sábado, 16 de mayo de 2009

CAMBIO DE PLANES, OSOS Y GURVICH

Todo planificado: voy al centro a comprar recarga para los cartuchos de tinta de mi impresora y elijo el regalo de Laura para su cumple en un local exclusivo de collares que me fascina.

Lo que no estaba planificado era que haría un ejercicio de paciencia en la parada del bus durante media hora tolerando el viento y los 5 grados de temperatura.

Lo que no estaba planificado es que la casa de cartuchos y el lugar donde compraría el regalo estarían cerrados..

Lo que no estaba planificado es que yo en vez de "acordarme de mi madre" , pensé en buscarle la vuelta a la cosa: "si me pasó eso por algo será, nada es casual"- fue mi lectura. Y a partir de allí, menos rollo y me dejé llevar..

Y así llegué a la plaza Independencia.... y ahí me estaban esperando 8 mil osos de colores que viajan por todo el mundo y ahora estaban en mi ciudad.
Cada oso representa a un país. Era muy subrealista aquello: osos multicolores dispuestos de tal forma que rodeaban el lugar donde estaban los huesos de Artigas (dice la presentación de la Exposición que siempre están formando un círculo como símbolo de la unión de los pueblos y de la paz).
Ahora, sin ánimo de guerra .. yo me pregunto que hacía Gardel estampado en la panza del oso argentino, ehh??!!

Luego seguí mi camino en línea recta sin la menor idea a donde tenía ganas de ir..

Atravesé la puerta de la Ciudadela y me sumergí en la "Ciudad Vieja" con ojos de turista y no de montevideana ( experimento que me gustó).

Luego de pasar por una pequeña feria de antigüedades... y sentir que el paseo ya se terminaba.. apareció la Iglesia Matriz en frente de mis narices. La verdad que de las iglesias solo me atraen los vitreaux y no tenía cámara en manos..Pero interesante fue encontrarme con el Museo de Gurvich al lado de la Iglesia.

Realmente, sentí que fue lo mejor de este sábado el haber conocido este lugar pues me movilizó aspectos dormidos como "el conflicto con el pincel" que mantengo desde hace unos cuantos años..

Y recordé mis épocas de pinceladas y tuve unas profundas ganas de pintar...
Ganas que metí en la mochila, las llevé a pasear al trabajo y luego a casa y aquí siguen conmigo .. esperando que los planes cambien para ir por un par de zapatos y terminar comprando unos pinceles y unos óleos o temperas.. o quien sabe que cosa.

Les dejo el link del museo: www.museogurvich.org .


Creo que lo mejor no fue el museo....... lo mejor fue sorprenderme a mí misma. Debo ejercitarlo más seguido. Hace bien. Pues la vida está hecha de estos momentos: simples, sútiles pero intensos en nuestra memoria.

Gracias Gurvich por haber dedicado gran parte de tu exitencia a crear obras tan geniales para que otros disfrutemos!!.


Los ojos al servicio del alma

Ver, sentir y comprender,

con el alma a través de los sentidos.


José Gurvich











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